Acaponeta,
Nayarit; Enero 01 de 2012 (Milenio):-- El compromiso de
gobernadores y jefe de gobierno capitalino de llegar a enero de 2013 con todos
los elementos de los cuerpos policiacos evaluados con pruebas de control de
confianza, es uno de los principales logros de la administración del presidente
Felipe Calderón en 2011 en materia de seguridad.
A pesar
de que varios mandatarios estatales insistieron en modificar esa fecha (que
está plasmada en la ley) tras intensos debates en el seno del Consejo Nacional
de Seguridad Pública (CNSP), el titular del Ejecutivo anunció el 16 de
diciembre la ratificación de esa fecha.
El
mandatario llegó a la sesión extraordinaria del CNSP de ese día con el
conocimiento de que sólo 17 por ciento de los cuerpos policiacos han sido
evaluados, a pesar de su reiterado discurso de que el día que haya 32 policías
honestas y pasadas por 'la báscula', que son las pruebas de control de
confianza, se vencerá a la criminalidad.
Ante
ello, convocó a los gobernadores y al jefe de Gobierno del Distrito Federal a
"acelerar el paso" para que los ciudadanos vean con claridad una
disminución de la inseguridad en el país "que aún no perciben".
Indicó
que de ser una debilidad, las instituciones policiales del país se convertirán
en un activo y una verdadera fortaleza de la nación, e insistió en acelerar la
depuración y fortalecimiento porque "la ciudadanía no espera de nosotros
más explicaciones, espera soluciones".
En
materia de seguridad, en el año que está por concluir, entre otras cosas, el
presidente de la República celebró la captura de Raúl Lucio Fernández Lechuga,
alias 'el Lucky', uno de los fundadores y más peligrosos integrantes de la
organización criminal de "los Zetas".
La
detención por parte de la Marina-Armada de México de este líder de 'los Zetas'
en Veracruz, Oaxaca y Puebla, entre otras entidades, refleja el avance en esta
lucha al tener aprehendidos o abatidos a 22 de los 37 más buscados, de acuerdo
con la lista dada a conocer por la PGR en 2009.
En el
transcurso de 2011, Calderón Hinojosa insistió en que la lucha por la seguridad
es una obligación ética y constitucional de cualquier autoridad que se hace en
defensa de las familias mexicanas, y ratificó su firme compromiso con los
derechos humanos.
La
estrategia consta de tres rubros: enfrentar a las organizaciones del crimen
organizado con lo mejor que se cuenta, que son las fuerzas federales y armadas;
la depuración de las organizaciones policiales de todo el país, y la
reconstrucción del tejido social.
El 4 de
diciembre, en ocasión del mensaje con motivo del quinto año de gobierno, el
presidente Calderón anunció el inicio de una nueva etapa en el esfuerzo por la
seguridad.
Dio a
conocer que en esta fase se pondrá un mayor énfasis en los aspectos de
prevención del delito, prevención y tratamiento de adicciones, formación de
valores en niños y jóvenes, así como generación de oportunidades educativas, de
esparcimiento y de trabajo.
Destacó
que el valor de la honestidad, la legalidad, el respeto a uno mismo y a los
demás, es algo importante en esta nueva etapa en la que se buscará el fomento
de una sociedad apegada a valores.
Hizo
ver que también es indispensable terminar el ciclo de reformas legislativas
pendientes y que no pueden esperar, como la Ley de Mando Unico, la cual
permitiría reducir el número de cuerpos policiacos de más de dos mil a 32 (uno
por cada entidad), "pero hacerlos confiables, fuertes y eficaces",
dijo.
"El
día que tengamos policías y ministerios públicos confiables en cada una de las
entidades federativas de la República, ese día estará ganada la batalla por la
seguridad de los mexicanos", estableció en esa ocasión.