SUCEDIÓ EN ACAPONETA
Julio 05 de 2018 (Néstor Chávez Gradilla/Cronista Municipal):- Una gran cantidad de pueblos y
ciudades de Nayarit y de nuestro país tienen origen prehispánico, es decir, se
fundaron mucho tiempo antes de la llegada de los conquistadores españoles.
Entre algunos de los que
corresponden a nuestro Estado, están: Tepic, Xalisco, Ahuacatlán, Aztatlán,
Ixtlán del Río, Santiago Ixcuintla, Tuxpan, Tecuala, San Francisco del Caimán,
Sayulilla, Acaponeta y otros.
De todos ellos, son muy pocos
de los que se conoce la fecha de su fundación indígena, como es el caso del
antiguo Hueytlahtoanazgo de Xalisco, que fue fundado por los toltecas en el año
640 d.C. y el de AZTLAN-AZTATLAN, fundado por los aztecas entre los años 1116 y
1120; pero en ambos casos, se desconoce el día y el mes, por lo que no es
posible establecer esas fechas aproximadas como las de su fundación
prehispánica.
En el caso de Acaponeta, su
origen prehispánico se remonta aproximadamente entre los siglos III y V d.C. ya
que, cuando los toltecas llegaron a esta región y fundaron la gran
Confederación Chimalhuacana en el siglo VI d.C., Acaponeta ya existía,
convirtiéndose los "caponetas" en discípulos o alumnos de ellos, de
quienes aprendieron muchas y muy valiosas enseñanzas.
Recordemos que, de todas las
tribus nahuatlacas que emigraron a nuestro país, los toltecas eran los más
cultos, pues tenían amplios conocimientos en la escritura jeroglífica, en la
construcción, en un mejor armamento ofensivo y defensivo, en la pintura decorativa,
en el fundido y aprovechamiento de metales, en la alfarería ricamente decorada
etc.
Con el paso de los siglos
vinieron los aztecas, mexicas o mexicanos y esta vez fueron los caponetas
quienes como nuevos maestros les enseñaron lo que siglos atrás habían aprendido
de sus antecesores.
Cuando yo hablaba de esto,
alguien me preguntó el origen del nombre Acaponeta, y si tenía algún dato en el
cual me basaba para sostenerlo, y mi respuesta fue de que en el año de 1672, el
entonces Guardián de Acaponeta Fray Antonio Arias de Saavedra en uno de sus
informes escribió que "Acaponeta", en el tepehuano antiguo,
significaba "junto al río".
Según información de los
mismos caponetas, los cuales son una rama de los totorames descendientes de
tepehuanos que habitaron estos lugares. También informó que la palabra
"Tepehuano" a los que ellos llamaban tepeguanes o tepecanes,
significaba " La gente de la sierra", o la gente de los cerros.
Y volviendo a lo anterior,
entendemos que es prácticamente imposible precisar la fecha de la fundación
indígena de Acaponeta, como es el caso de todos los pueblos citados, mismos
que, cuando llegaron a ellos los conquistadores españoles, ya tenían varios
siglos de existir.
Acaponeta, desde sus orígenes,
estaba situado al otro lado del río y estaba habitado por caponetas, totorames,
sayahuecos, tepehuanos, vigitecos y otros dedicados en su mayoría a la pesca
que el río les proporcionaba en abundancia, y en menor escala, otros se
ocupaban del comercio (tianguis), de la agricultura rudimentaria y de la caza.
Su mejor medio de comunicación con otros pueblos, era por medio de canoas, ya
que en aquellos años el río era más profundo y navegable.
Después de que los toltecas
organizaron la gran Confederación Chimalhuacana en el siglo V, en lo que hoy es
Nayarit fundaron el gran Hueytlahtoanazgo de Xalisco, y todos los pueblos hacia
el norte (de Nayarit, y sur de Durango y Sinaloa) pasaron a quedar bajo el
dominio y jurisdicción de Xalisco con la única rebeldía de los de Sentispac e
Ixcuintlán, con quienes tenían constantes encuentros armados.
Así permaneció Acaponeta
sometido por el gran Señorío de Xalisco hasta la llegada de los mexicas o
aztecas entre los años de 1116 a 1130, y fundaron el nuevo y más poderoso
imperio o Hueytlahtoanazgo al que llamaron AZTLAN que significa: Lugar de
garzas, o lugar de blancura, en las cercanías de lo que hoy es San Felipe
Aztatlán, y llegó a ser el más grande y poderoso cacicazgo de los ahora cuatro
grandes Señoríos de la gran Chimalhuacán (Tonallán, Colimán, Xalisco y
Aztlán-Aztatlán).
A raíz de estos acontecimientos,
Acaponeta mermó en su importancia pero siempre fueron respetados y bien
atendidos por los aztastlecas pues desde que llegaron, los caponetas se
convirtieron a su vez en sus maestros para enseñarles todo lo que siglos atrás
habían aprendido de los toltecas. De hecho, curiosamente los grandes
Hueytlahtoanis del gran Señorío de AZTLAN, eran de Acaponeta.
En julio de 1530, llegó a lo
que hoy es el norte de nuestro Estado, el temible y sanguinario conquistador
español Nuño Beltrán de Guzmán acompañado de un numeroso ejército armado de a pie
y de a caballo, reforzado por varios miles de guerreros aliados aztecas y
tlaxcaltecas. Al llegar, sometieron a sangre y fuego a todos los pueblos.
Al llegar a Acaponeta la
encontraron despoblada, pues sus habitantes, aconsejados por el caponetense
Hueytlahtoani Pantécatl heredero del cacicazgo de Aztlán, se los llevó a la
sierra para no enfrentar a los españoles en un encuentro que ya de antemano
sabía que iba a ser para ellos una aplastante derrota, pues sus informantes lo
tenían al tanto de que ningún pueblo había podido derrotar a los españoles
desde su salida de la ciudad de México.
Nuño de Guzmán, después de
derrotar a Corinca en Aztlán, decidió esperar hasta el fin de las aguas. En
septiembre, llovió torrencialmente sin parar a causa de un huracán provocando
una terrible inundación del río Acaponeta el 20 de septiembre de 1530 que
destruyó todos los pueblos, arrasó Aztlán y al ejército de Nuño ahogando
españoles, indios amigos y enemigos, caballos y otros animales. Ahí perecieron
ahogadas más de 30 mil almas, pues el río subió hasta cinco metros y la
creciente se prolongó por tres días.
Al bajar las aguas, era un
terrible espectáculo ver entre el lodo a miles de cuerpos ahogados en todas
direcciones hasta donde alcanzaba la vista. Esto provocó muy pronto una
pestilencia que obligó a Nuño a retirarse rumbo a Acaponeta con los pocos
hombres maltrechos que no perecieron, muertos de hambre y de cansancio.
En Acaponeta, los españoles
fueron socorridos por Pantécatl, Xaotame y los caponetas con ropa y alimentos. Ellos
ya habían bajado de la sierra a reconstruir sus chozas, pues Acaponeta también
había sufrido los estragos de la inundación arrasándolo todo.
Por instrucciones de las
autoridades eclesiásticas, en 1531 se fundó en Sentispac la primera guardianía
franciscana en lo que hoy es el norte de Nayarit, para con frecuencia visitar y
atender a todos los pueblos hacia el norte, entre ellos: Acaponeta, Huaxicori,
Totorames, El Caymán, Ixcuinapan, Mezquital, Pueblo Nuevo, Las Milpillas (San
Andrés), Teacapán, Chametla, Tequallán, Aztatlán, Cosalá y otros.
Esta guardianía estuvo
atendida por dos franciscanos que hacían periódicas visitas a todos estos
pueblos, construyendo en ellos rústicas capillitas; pero pronto se dieron
cuenta de que era excesivo el trabajo para atender tantos pueblos en un área
tan extensa, y entendieron la necesidad de fundar una nueva Guardianía más al
norte, escogiéndose para ello el poblado de Acaponeta.
Para instalar esa nueva
Guardianía, se envió a un joven franciscano de 22 años de edad llamado Fray
Andrés de Medina, acompañado de un ayudante de su misma edad, Fray Miguel de
Herrera. Posteriormente llegaron un capitán y 8 soldados para guarnecer el
lugar, y todos se dieron a la tarea de construir templo y convento para la
Guardianía. Por su parte, los militares construyeron también rústicos fuertes
aspilladero y presidio militar.
Una vez terminados, se escogió
la fecha del 15 de agosto de 1580 para declarar la fundación oficial de la
nueva Guardianía de Nuestra señora de la Asunción de Acaponeta, y para ello, el
Padre Medina ofició Misa Solemne colocando en la capilla una pequeña imagen de
la advocación citada. De esta manera, el poblado de Acaponeta pasó a ser
Guardianía, la más norteña de todas las fundadas hasta esa fecha.
Catorce años después, el
párroco Guardián del Convento de Acaponeta Fray Pedro Gutiérrez, veía la
urgente necesidad de que esta Guardianía pasara a la categoría de Villa dada la
enorme importancia que había adquirido, multiplicándose en mucho el arduo
trabajo a desarrollar para tan solo dos frayles, y las muchas necesidades
materiales y económicas que se requerían siendo la Guardianía ya incapaz de
solucionarlas.
Fray Pedro sabía que ya en la
categoría de Villa, serían muchos los beneficios que se le darían a la
comunidad, y que eran imposibles de conseguir si continuaba siendo la
guardianía de Acaponeta. Por lo mismo, Fray Pedro Gutiérrez escribió al Virrey
de la Nueva España don Luis de Velasco (Hijo) con copia a las autoridades
eclesiásticas exponiéndoles las razones por las cuales solicitaba se concediera
a esta Guardianía la categoría de Villa.
Tres meses después llegó a
Acaponeta el Capitán Juan Ochoa Arámburo con la respuesta por escrito del
Virrey en donde ordenaba que a partir de la fecha de entrega de la dicha
respuesta, Acaponeta fuera declarada ese 13 de abril de 1594, la Villa de N.
Sra. de la Asunción de Acaponeta, presentando además el Capitán Ochoa, su
nombramiento como primer Alcalde Mayor, tomando de inmediato su puesto como
primera autoridad en la recién nombrada Villa de Acaponeta.
De esta manera, a partir de
esa fecha Acaponeta pasó a ser Villa y Alcaldía Mayor, continuando los padres
franciscanos al frente del Convento que también en esa misma fecha dejaba de
ser Guardianía, permaneciendo nuestra Señora de la Asunción como patrona del
lugar, con su fiesta tradicional el l5 de agosto hasta el día de hoy 430 años
después.
Durante la fiesta de
celebración que organizaron las autoridades civiles y religiosas junto con los
pobladores caponetas con motivo del citado acontecimiento, estuvo presente un
venerable anciano llamado Xaotame, quien fue el último cacique de Acaponeta y
quien junto con Pantécatl, fue testigo de la llegada de los conquistadores y
del fin del gran Hueytlahtoanazgo de AZTLAN y de la gran Chimalhuacán.
El 17 de enero del presente,
el Lic. José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo envió una carta al cuerpo de
Regidores del XXXVIII H. Ayto. solicitando se hicieran las gestiones necesarias
para que se buscara la fecha definitiva de la fundación hispana de Acaponeta,
en vista de que la fundación indígena es imposible conocerla.
También les solicitó que
sometiera a discusión con el fin de que se construyera un arco en la entrada de
la ciudad en el cual se diera la bienvenida a los visitantes y se escribiera en
él, la fecha de la fundación hispana de Acaponeta.
El Cabildo Municipal en
atención a dicha solicitud, invitó a destacados historiadores e investigadores
de nuestro Estado para un debate en la Casa de la Cultura Alí Chumacero para el
día lunes 24 de mayo pasado.
Aceptaron la invitación y
vinieron: el Antropólogo Raúl Méndez Lugo; el Maestro Catedrático de la
Universidad Autónoma de Nayarit y eminente historiador Prof. Pedro Luna
Jiménez; el Prof. e investigador Gregorio Miranda Navarrete, autor del libro
"Efemérides Nayaritas"; el Prof. Oscar Luna Prado, Presidente de la
Asociación de Cronistas e Historiadores del Estado de Nayarit (ACHENAY) y
algunos historiadores nayaritas. Acompañándolos, estuvo el Lic. Morales y
Sánchez Hidalgo, promotor de esta iniciativa y un servidor, como Cronista e
historiador de Acaponeta.
En esa importante reunión se
expusieron varias fechas a considerar, quedando para analizarse las siguientes:
la del 15 de agosto de 1580, y la del 13 de abril de 1594, para que fueran
estudiadas por los integrantes del H. Cabildo Municipal, y posteriormente dar a
conocer la fecha escogida, y declarada como la fecha oficial de la Fundación
Hispana de Acaponeta, decisión programada para darse a conocer en el marco del
XIX Festival Cultural 'Alí Chumacero'.
El resultado acordado fue el
de la fecha del 15 de agosto de 1580 y fue dado a conocer en Sesión Pública de
Cabildo a las 17 hrs. el día 20 de noviembre en el patio central del Palacio
Municipal, informando además el C. Presidente Municipal, Dr. Saulo Alfonso Lora
Aguilar, que unos días más se llevaría a cabo la colocación de la placa en el
muro exterior del Palacio Municipal.
Acaponeta fue Villa durante
316 años, hasta que a principios del siglo XX, el Jefe Político del Territorio
de Tepic Gral. Mariano Ruiz, solicitó al presidente de la República Gral.
Porfirio Díaz Mori, que las Villas de Santiago Ixcuintla, Ixtlán del Río y
Acaponeta, pasaran a la categoría de ciudades, como ya lo eran únicamente Tepic
y Compostela. La respuesta fue positiva, y el día l5 de septiembre de 19l0, a
Acaponeta, al igual que a Santiago e Ixtlán, se le dio la categoría de "Noble
y muy Leal Ciudad de Acaponeta".
Y ya para terminar, quise
hacer mención de esto último para felicitar a la centenaria cumpleañera
Acaponeta, que el pasado 15 de septiembre cumplió nada menos que cien años de
haber sido declarada ciudad, y nadie la felicitó ni se acordaron de su
cumpleaños en ese su día.
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