Acaponeta, Nayarit; Mayo 16 de 2012 (Marco Luis Patiño):-- Mas que un debate de ideas y propuestas, lo que todos pudimos ver en Tv el pasado 7 de mes fue la debacle de un formato que sólo demostró que jugamos a la democracia y en realidad no importa el cómo sacar al País en el marasmo en que se encuentra.
De entrada, el que los candidatos hayan sabido de antemano qué pregunta se les formularía, los despoja de toda espontaneidad y les permitió preparar con antelación las respuestas que darían.
Es claro que Gabriel Quadri Combi es un tipo preparado (y buen actor), y a no ser por qué ya todos sabemos quién está detrás del candidato "ciudadano" (Elba Esther Gordillo), bien podría habernos engañado con su bien formuladas propuestas. Claro, es quien menos tenía qué perder y sí mucho qué ganar, por lo menos el 2% de la votación nacional para asegurar que el Panal (partido de la abeja reina magisterial) siga manteniendo su registro y en consecuencia, viviendo del presupuesto federal asignado por el I. F. E.
El formato permitió también que Enrique Peña Nieto aparentará cierta "agilidad" mental y contra toda expectativa, no se viera tan torpe como morbosamente muchos esperábamos. Aquí el mérito es para sus asesores varios: de imagen física, de dicción, de memorización y hasta de quienes seguramente le redactaron las tarjetitas, sobretodo para lo que ya se esperaba el echar en cara sus adversarios. (No sé por qué, pero tengo la sospecha que incluso se dejó entrenar por Manlio Fabio Beltrones, porque se vió muy al estilo del político sonorense).
Doña Josefina Vázquez Mota nunca cambió esa expresión de sonrisa falsa, incluso cuando contestaba a las alusiones personales que le hiciera Peña Nieto. En momentos esa sonrisa denotaba nerviosismo y se notó que llevaba muy, pero muy estudiado su guión sobre los temas que le interesaba dejar claros: seguridad, educación, desarrollo social y reactivación del campo mexicano. Sin embargo, su discurso se escuchó lejano y hueco.
Andrés Manuel López Obrador, aunque esta vez más moderado y un poco, sólo un poco, mejor vestido, enfocó toda su energía contra Peña Nieto y quienes lo impulsan, descuidando ser más concreto en sus propuestas de cómo instrumentar políticas públicas para el crecimiento económico, desmantelamiento de la corrupción y seguridad nacional. Incluso, un par de veces se le vió titubeante al hacer frente a los señalamientos del candidato priísta.
Pero el peor actor de todos, sin duda fue el IFE, al escoger esa moderadora (Guadalupe Juárez) que más bien parecía animadora del concurso 'Me Late' - con sus papelitos y cajitas transparentes - y por haber permitido que la nota (a decir de los amantes de las redes sociales) se la haya llevado la edecán Julia Orayen, la cual se presentó vestida como sexoservidora.
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