Acaponeta,
Nayarit; Enero 06 de 2013 (Héctor Aguayo):-- Desde nuestra infancia nos han
mostrado que en navidad hay varios días especiales por lo cual hay un gran jolgorio
en el último mes del año.
Las
celebraciones inician con el día 12 donde se celebra el día de nuestra Señora
de Guadalupe, el día 24 que es noche buena y llegada del simpático Santa Claus,
25 nacimiento de Cristo, 28 día de los inocentes, 31 Fin de año, 01 Año Nuevo y
06 día de los reyes magos.
Aquí
en Acaponeta la celebración del día 06 de enero se limita únicamente a convivir
con la tradicional rosca, mientras que en el interior del país es motivo de
hacer entrega de regalos a todos los niños que se portaron bien durante todo el
año.
Pero…
que tan cierto es que los reyes magos existieron ¿Mito?, ¿Realidad?, Los
personajes que nosotros tomamos de cierta manera a la ligera tienen unos 2,000
años de antigüedad, caso contrario a la de Santa Claus, cuya costumbre fue
establecida en el Siglo XIX y cuya imagen fresca, sumamente vigorosa se debe a
la firma Coca-Cola.
Los
reyes magos también han experimentado algunas transformaciones a lo largo de
estos veinte siglos, un claro ejemplo es que los Reyes Magos no siempre fueron
tres y Baltasar no fue negro sino hasta el siglo XVI.
La
historia vincula a los reyes con el nacimiento de Jesús de Nazaret tal y como
narra el evangelio se expone que dichos sabios eran conducidos por una estrella
que los condujo hasta Belén buscando al Mesías que había nacido con la
finalidad de adorarle.
Los
reyes magos que han sido inculcados a lo largo de siglos en territorio mexicano
no son los mismos que figuran dentro del Nuevo Testamento, como tampoco
aparecen los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, la figura de estos tres
personajes representan los continentes que eran conocidos Europa, Asia y África.
En
las Sagradas Escrituras se muestra que: “Cuando Jesús nació en Belén de Judea
en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo:
¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto
en el oriente y, venimos a adorarle”.
“Oyendo
esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él y convocados todos los
principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de
nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén
de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los
príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo
Israel”.
Entonces
Herodes llamando en secreto a los magos, indagó
de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y
enviándolos a Belén, dijo: Vayan y averigüen con diligencia acerca del niño; y
cuando lo encuentren, háganmelo saber, para ir yo también a adorarle.
Ellos,
habiendo oído al rey, se fueron y he aquí la estrella que habían visto en el
oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba
el niño. Y al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo.
Y
al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo
adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y
mirra.
Pero
avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra
por otro camino (Mateo 2:1-12).
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