Acaponeta, Nayarit; Noviembre
10 de 2014 (Héctor Aguayo):- El trienio pasado, quien fuera presidente
municipal de esta región convocó a toda la población en general para que
participaran en la elaboración del plan de desarrollo municipal.
La
respuesta de la ciudadanía asistió a dicho llamado por varias razones, desean
ver que la ciudad de las gardenias, comience estar a la altura de otros municipios que se han
venido desarrollando de manera favorable.
No
es que Acaponeta, este enfadado, de tener el aspecto que tiene, sino que está
desesperado por la falta de empleos, por el poco flujo económico que cada día tiene,
la cual viene aminorando un futuro digno a quienes viven dentro del municipio.
Sin
embargo, el punto de vista que tienen las autoridades es tan distinta, a la
realidad que la mayoría de la ciudadanía vive, que de dicho Plan de Desarrollo
Municipal se hizo poco, por no decir… nada.
Bajo
una la nueva administración de Malaco, la situación, lejos de mejorar parece
que su función será más decepcionante, quienes están frente a las mesas de
trabajo muchos de ellos no carecen de las necesidades que realmente tienen la
gran mayoría de los acaponetenses, al contrario, juegan con dichas palabras,
sin sentirlas en carne propia.
Que
decir de Malaquías Aguiar, un empresario abarrotero que ha vivido, la mayor
parte de su vida, encerrado dentro de su negocio, cuyo interés político es
ahora la de salvaguardar su patrimonio y las de sus negocios, los cuales se han
visto afectados ante la presencia de cadenas de supermercados dentro de esta
ciudad.
Y
aunque el mandatario tenga toda la buena voluntad, disposición y ganas de
chambear a favor de Acaponeta, lo cierto es, que la CAPITAL CULTURAL DEL ESTADO,
tiene necesidades urgentes que ya apremian más que la misma cultura.
Todo
el equipo que le rodea, le hagan ver que un pueblo con hambre no mide
consecuencias, menos cuando hay hijos pequeños que piden sin saber que en casa
no hay que comer, que vestir, que pagar las necesidades básicas como lo es la
de luz, agua y alimentos.
Y,
que dicha cultura de la cual se presume tanto, en Acaponeta se está escaseando,
porque sus valores han estado emigrando a otros lugares donde se les dan mayores
oportunidades de desarrollo, evolucionando artísticamente, mientras tanto en la
ciudad las limitaciones están a la orden del día.
Acaponeta,
ocupa atención inmediata, no con obras de relumbrón, o de beneficiar a ‘x’
funcionario para que su calle se vea bonita, nada de eso, se ocupa el eslogan
que se utilizó en su campaña: Trabajo para todos
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