(Teatro Experimental Acaponetense)
Foto de 1956
Cortesía del Sr. Néstor Chávez Gradilla
(Cronista de la Ciudad)
De pie: José Luís Peregrina, Luís Chumacero Alarcón+, Roberto Newman +, Oriol Soto +, Pablo de los Ríos, Güero Hooper - cartero - +, José Carlos Partida +, José Ricardo Rodríguez +. Sentadas: Lupita Osuna, Nena Saizar, Dña. Luz Alarcón de Chumacero +, Ana Elsa Olmos +, Elba Tortolero, Hildeliza Lora +. Al frente: Rosa María Guerrero y Josefina Sánchez Uribe.
Por: Elías Luís Chan (E-mail: chanel_4@hotmail.com)
Los orígenes del teatro deben buscarse en la paulatina evolución de los rituales mágicos relacionados con la caza, al igual que las pinturas rupestres o, la recolección agrícola que, tras la introducción de la música y la danza desembocaron en auténticas ceremonias dramáticas donde se rendía culto a los dioses paganos y se expresaban los principios espirituales de la comunidad. Este carácter de manifestación sagrada resulta un factor común a la aparición del teatro en todas las civilizaciones.
Teatro Moderno; durante la mayor parte del siglo XIX las ideas arquitectónicas y escenográficas se mantuvieron en esencia inalterables, si bien las exigencias de libertad creativa inciadas por los autores románticos condujeron a fines de la centuria a un replanteamiento general del arte dramático en sus diversos aspectos.
La aparición del teatro moderno se caracterizó por su absoluta libertad de planteamiento mediante el diálogo con formas tradicionales y las nuevas posibilidades técnicas darían lugar a una singular transformación del arte teatral. En el campo del diseño arquitectónico y escenográfico las mayores innovaciones se debieron, al desarrollo de nueva maquinaria y al auge adquirido por el arte de la iluminación, circunstancias que permitieron la creación de escenarios dotados de mayor plasticidad (circulares, móviles, transformables, etc.) y liberaron al teatro de la apariencia pictórica proporcionada por la estructura clásica del arco del proscenio.
El movimiento teatra de Acaponeta lo encontraremos siempre en los relatos de las personas mayores con recuerdos casi siempre ligados a la religión: las pastorelas y las comedias que, con fines de evangelización y los otros con el fin de recreación y la captación de fondos para obras benéficas. Las comedias (decía Adán Armejo + al referirse al teatro) eran representadas por actores locales, con guiones proporcionados por los sacerdotes y eran de tipo festivo y cómico.
Un movimiento teatral importnate a finales del siglo XX en Acaponeta lo consolido y dirigió la muy querida y siempre recordada Dña. Luz Alarcón de Chumacero que, junto con un grupo de entusiastas jóvenes nos deleito en aquellas épocas con obras tan importantes como la tragedia griega de Edipo Rey de Sófocles, el Abanico de Lady Windermere del escritor Ingles, Oscar Wilde, La Barca sin Pescador de Alejandro Casona, Hierro Candente de Xabier Villaurrutia, Petición de mano (en teatro de cámara) de Antón Chejov adaptada a la época y, La Reina sin Sueño - Juana la Loca - dos obras cortas muy deliciosas.
Los actores acaponetenses de cepa, entre otros: Lupita Osuna, Gloria Espinoza, Rosa María Guerrero, Oriol Soto +, Alejandro Pérez, Federico Cabuto +, Martín Burgueño, Ricardo Gutiérrez +; Pablo de los Ríos, Ofelia Herrera, José Carlos Partida +, Roberto Newman +, Ana Elsa Olmos +, Alfredo y Luis Chumacero Alarcón +, Ricardo Rodríguez +, Nena Saizar, Hildeliza Lora, José Luís Peregrina, Daniel N.
Los montajes fueron en diferentes escenarios: la explanada de la hoy Casa de la Cultura "Alí Chumacero", Teatro Cine Royal, La Casa de la Chatita Guerrero y El Traspatio de Astoria Club (hoy Club de Leones). Fueron aventuras dramáticas, el montaje de estas obras con esfuerzos para recrear los escenarios en un lugar donde no existían los recursos materiales, humanos, técnicos y demás para hacerlo, una proeza, los actores eran tramoyistas, teloneros, técnicos eléctricos, cargadores, decoradores, peinadores, maquillistas, en una palabra eran todo y además actores. Pero aún así, se lograba una excelente representación, con mucho éxito. Se agolpan en mi mente las escenas de Edipo, Alejandro Pérez y Yocasta, Lupita Osuna; de Lady Windwermere representada por José Carlos Partida.
En otra época, también hicieron teatro en Acaponeta, el Prof. Braulio Antonio Altamirano Zamora + con varias puestas en escena, como no recordar sus tradicionales Pastorelas y aquel montaje de la Poesía de Federico García Lorca; el Lic. Oscar Demetrio Camarero Ortíz quien labora en la Preparatoria "Lic. Benito Juárez" de la UAN, Prof. Francisco Herrera Guardado maestro de Artísticas en Educación Básica, Prof. Sara Mirna Jaime, maestra de la Secundaria "Leyes de Reforma", entre otros.
En la Casa de la Cultura "Alí Chumacero", la Prof. Maricela Hernández Herrera también distinguida maestra de Educación Artística. Otro intento importante en el montaje de Pastorelas lo hizo la Sra. Doña Ana Ma. Gutiérrez de Rentería con la Pastorela "Navidad Azteca" y "El Mesías Redentor". Todos ellos acompañados por actores amateurs, alumnos de las escuelas y personas de la localidad que disfrutan de este arte.
Ahora, con tristeza vemos que el movimiento teatral en Acaponeta esta apagado, no hay motivación, ni un maestro de este arte que conforme un grupo para consolidar esta disciplina. Hacemos votos que en los proyectos de la Casa de la Cultura haya un espacio para este arte que mucho gusta a los acaponetenses y que, serviriía mucho para acendrar la autoestima de los jóvenes, e inculcar los valores que poco a poco se van perdiendo y tener un espacio donde se pueda disiparse el ocio.
1 comentario:
Muy interesate.Gracias!
Publicar un comentario