Acaponeta, Nayarit; Octubre 06 de 2011: -- Investigadores del Instituto de Ciencias Materiales de Sevilla, España (SIC-US) y de la Universidad de Málaga (UMA) han creado un plástico biodegradable a partir de la piel de tomate con aplicaciones en el campo de la alimentación y salud.
Los científicos tomaron como referencia el componente principal de la epidermi de la piel de este fruto, un biopoliéster denominado ‘cutina’ que constituye la matriz de la capa cuticular que recubre la superficie de las hojas, tallos no lignificados y frutos de las plantas superiores.
La función principal de este biopolímero es preservar la pérdida de agua desde el interior celular y actuar como interfase entre la planta y el medio externo.

El material plástico resultante es viscoelástico, con un grosor ‘a la carta’ y de color anaranjado. Es inocuo y biodegradable, su durabilidad es la misma que la de la piel del tomate.
“En la actualidad estamos realizando pruebas mecánicas, de resistencia, elasticidad, transparencia y opacidad”, declara Benítez, “La materia prima es gratuita, puesto que son desechos de la industria alimentaria”.

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