Acaponeta, Nayarit; Julio 28 de
2012 (Ernesto Camú):-- Lamentable, la
situación del Hospital Integral Comunitario de Acaponeta, dan ganas de llorar
por el pésimo estado en que se encuentra, son bastantes los malos comentarios
que hay sobre el mal servicio que ofrece, sobre todo en el área de urgencias,
donde tuve la mala suerte de ir un fin
de semana, había siete pacientes, desesperados algunos ya tenían una hora,
aguardando turno.
Cuando me di la tarea de
preguntar porque no atendían, responden solo hay un doctor, tenían tres
pacientes encamados y estaban atendiendo una embarazada, ¿Acaso el Seguro Popular no paga para que sus
afiliados, para que reciban un mejor servicio, con mejor calidad y trato?
Pareciera que no; además el insoportable calor, que impera, ¡es un infierno!
Dentro de urgencias, dos abanicos
de techo y dos abanicos de pedestal son insuficientes para sofocar, el
desesperante calor, el asunto se agrava porque no funcionan los mini splits, los
cuales me informan que tienen 2 años descompuestos, como adornos feos.
Testimonios de la mala
administración de las autoridades del
hospital y la falta de empatía, mientras personal y pacientes padecen
las altas temperaturas, que en ocasiones llegan hasta los cuarenta grados, se
han realizado una gran cantidad de solicitudes por escrito, sin tener ningún
tipo de pronta respuesta.
Los altos funcionarios de la
S.S.A. realmente hacen quedar mal al buen gobierno que está haciendo Roberto
Sandoval Castañeda, sobre todo en esta ciudad la cual es considerada como su
segunda casa.
Es un crimen de indiferencia el
que aquí se comete, la indolencia es el fantasma que se pasea, ante el deterioro paulatino del hospital, los
baños de la sala de espera se encuentran sin lavabos, las lámparas, fundidas y,
las pocas que quedan, se encuentran haciendo corto, es ridículo que digan que no hay dinero, ni para
cambiar unas lámparas.
Durante mi visita recorrí el
hospital y en el cuarto de ginecología, un abanico de techo que tiene meses sin
funcionar, el baño de mujeres que se encuentra en esta área apesta horrible, es
un asco, pareciera que no existe personal de limpieza.
Es una verdadera tristeza ver las sabanas rotas que cubren las camas de urgencias, si usted
visita por error o un caso de mucha urgencia no se le ocurra hacer sus
necesidades fisiológicas pues no hay papel
higiénico, si es de los que consumen mucha agua, llévese sus propias botellas
de agua, pues aquí no hay en que tomar agua, no hay vasos o conos.
Carajos, no puedo dejar de pensar
¿A donde se van los más de doscientos cincuenta mil pesos que aproximadamente
entran por concepto del seguro popular, cada mes? A veces más a veces menos. ¿A manos de quien van a
parar? ¿Y lo que paga el gobierno
federal por el registro de nuevos afiliados, adonde se va?
Es cierto que hay una crisis
económica debido al desfalco del que fue víctima secretaria de salud del
estado, pero no podemos estar, lamentarnos todo el tiempo por esto, es como
estar mirando siempre para atrás y no ver hacia adelante.
El Hospital es un barco que está varado y parece que cada vez se
hunde más en el fango, ¿A dónde va a parar?, ¿A quién hay que culpar de esta
problemática?, ¿A qué genios hay que invocar?, ¿A qué padrinos mágicos, para
curar esta fracturada realidad?
Es necesario buscar soluciones, hacer
cambios con las personas que han sido puestas de confianza para que el gobierno
de Roberto Sandoval camine y no se atrasen, al parecer muchas personas que el
gobernador ha confiado lo han defraudado, no es tiempo de lamentaciones sino de
soluciones.
Todos queremos una mejor calidad
de vida y el dinero definitivamente no la da, recordemos que la salud es parte
de esta calidad, el hospital esta como
un cuadro gris y empolvado. Ayuden los que gozan de buenos salarios y cuyas
ideas fluyen con mayor agilidad a que este barco pueda llegar a altamar.